En primer lugar, queremos solidarizarnos y mostrar todo nuestro apoyo a las personas que libremente están decidiendo ejercer su legítimo derecho al trabajo, así como a las empresas que están manteniendo la actividad, que son en ambos casos la inmensa mayoría de las afectadas por la huelga del siderometal, convocada únicamente en la provincia de Ourense.
A los sindicatos convocantes les exigimos respeto para los trabajadores y empresas que han decidido seguir trabajando en un momento de máxima dificultad para el mantenimiento de la actividad empresarial y el empleo, el mismo que todos los demás profesamos a quienes deciden sumarse a la convocatoria.
Condenamos explícitamente las acciones violentas que se están produciendo en diferentes puntos de la provincia, en particular las que tienen lugar en el Polígono al que representamos, y que son el más claro ejemplo de que no se puede defender un derecho como el de la huelga pisoteando otros, como el derecho al trabajo.
A los sindicatos, y muy particularmente a UGT y CC.OO., les pedimos que se hagan cargo de la coyuntura económica general y que reconsideren desde el sentido común la propuesta que tienen sobre la mesa o al menos se sienten a negociarla porque:
- Mejora notablemente el incremento que ambos sindicatos aprobaron para los funcionarios de este país, con un aumento de 9,5% en tres años, frente al 13% que ha ofrecido la parte empresarial para detener esta huelga: 5% para este año, 4% para el 2023 y 4% para el 2024.
- Cuesta entender que lo que sirve para los funcionarios no sirva para los trabajadores del siderometal, ni siquiera cuando el incremento salarial ofertado a estos últimos se mejora en más de un 3,5% en tres años con relación a los empleados públicos.
- La subida ofertada por la parte empresarial (5%) casi duplica la subida media de los salarios pactados en convenio en España hasta el pasado mes de agosto, que se situó en el 2,60%. Y lo mismo durante los dos años siguientes (4% en 2023 y 2024). Si nos centramos en Galicia, la subida de los salarios pactados por convenio hasta agosto fue del 3,71%, también muy por debajo del 5% ofertado ayer en Ourense a los sindicatos. En el caso de la provincia de Ourense, esa subida fue de 2.39% hasta agosto pasado.
- Además, el incremento salarial ofertado por la parte empresarial para este año está por muy encima de la subida del 3,6% para el salario mínimo, pactada entre el gobierno y los mismos sindicatos.
- También está por encima del Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020, que proponía subidas salariales entorno al 2% más un punto porcentual ligado a la productividad, los resultados empresariales y el absentismo laboral.
Además de respeto y sentido común, a las tres centrales sindicales le pedimos concordia y concertación para poner fin a una huelga que daña, desde luego, a la actividad empresarial, a la economía ourensana y, sino se remedia, la estabilidad del empleo, pero que también daña (y mucho) a quienes la secundan y al conjunto de los trabajadores y trabajadoras del sector.
La última oferta contemplaba el pago de atrasos, al 5%, desde julio de este año. Cuando acabe esta semana, después de los dos días de huelga de la anterior y los tres de la actual, los trabajadores habrán perdido el equivalente a los atrasos de 5 meses, porque cada día de huelga le supone a cada trabajador perder el equivalente a un mes de atrasos.
Este último es un sinsentido más de una huelga que parece responder más al interés de algún sindicato que a la defensa del interés del conjunto de los trabajadores, pues, como decíamos al principio, estamos hablando de una oferta de subida salarial con pocos precedentes o ninguno en la historia de las negociaciones colectivas en Ourense (13% en 3 años) y muy superior a la media de las que se están pactando en este momento en España.